TEMAS JURIDICOS Y MÁS

JUECES A LA HUELGA

lunes, 12 de enero de 2009

Lo escucho, lo leo y lo veo en television y no se como quedarme. Si animada por el hecho de que la judicatura española intente salir del inmovilismo en que se encontraba utilizando para ello métodos eminentemente progresistas, o asustada por lo que implica de aviso a navegantes sobre las posibles denuncias por negligencia profesional archivadas sobre la base de la falta de medios que padece nuestra Justicia.
Se anuncia desde la Asociación Profesional de la Magistratura una movilizacion (no puede tratarse estrictamente de huelga por el mandato constitucional que todos conocemos) para el próximo día 18 de Febrero. Las malas lenguas dicen que a los Magistrados no les ha gustado su constante fiscalizacion hecha publica en todos los medios de comunicacion desde que ocurriesen y concurriesen diversos desagradables incidentes. Esto ha derivado en criticas, control y pésima publicidad que a la mayoría de sus Señorías, acostumbrados como estaban a que nadie les tosiera, no les ha gustado nada. Eso dicen las malas lenguas, pero todos sabemos que en momentos de tensión lo que sobran son malas lenguas.
Yo mas bien quiero pensar, llamenme inocente si quieren, que el hartazgo por ser el "poder publico mas pobre" en nuestro pais ha llegado a su limite, y que o hay movilizacion para que las cosas cambien o cerramos el chiringuito. No se, seria bonito. Sobre todo en un mundo como el jurídico en el cual, a pesar de las constantes denuncias de corporativismo, lo que sobra es el ultraindividualismo. No hay forma de ponernos de acuerdo para conseguir modificar esas cosas de las que nos estamos quejando a diario. No existe representatividad suficiente y tampoco narices para denunciar esa falta de representatividad. De esta manera, unos por otros vamos dejando que pase el tiempo, perdiendo la paciencia, quejandonos en petit comite, y esperando que la cosa cambie por generación espontánea cosa que, por otro lado, no nos engañemos, no pasara nunca.
Quiero mirar esta iniciativa con esperanza, con esos ojos que tenia cuando empecé a ejercer y creía que las cosas podían cambiarse desde dentro, antes de que la realidad de las cosas me hiciera cambiar de idea pero no de intenciones, eso nunca.

CREATIVIDAD PLEASE

Nos instalamos en el todo vale y resulta penoso. La creatividad hasta en el insulto gratuito ha desaparecido y somos mediocres hasta para eso. España siempre ha sido un país con una población con una especial tendencia a la creatividad en el insulto, aunque fuese gratuito. Desde el “bobo alegre” hasta el “aborto de berberecho” nos vanagloriábamos de ser faltones pero creativos. Pero por lo que veo esto está cambiando en determinados sectores centristas de nuestra población, pasando al insulto fácil e injustificado, reiterado y sin sentido. He estado leyendo hace no mucho una crítica al Plan E de nuestro presidente del Gobierno en una página “liberal” y me he sentido insultada, no ya por el contenido del artículo, que emanando de donde emanaba era cuanto menos previsible, sino por la absoluta falta de eso que comento, la creatividad, en su despectivo contenido. Lo he puesto en relación con otro artículo, esta vez del día de ayer, del mismo sitio web, pero referido a las manifestaciones pro – palestinas en Madrid y las coincidencias en relación a los descalificativos utilizados para tratar dos temas tan dispares me han sorprendido y no gratamente por cierto.

Pues sí, se ha perdido la creatividad y nos hemos convertido hasta para insultarnos en criaturas blandas y espesas. La verdad es que hubiese sido deseable a estos efectos que se notase al menos la remota inteligencia que se presume de un escribiente, pero nada de eso. Ni siquiera para discutir o perder el tiempo en dejar un comentario sirve. Así que escribo estas líneas con el candoroso deseo de que vuelva a aparecer la divergencia de opinión, aunque sea desde el insulto, que se prodigaba en el pensamiento de quienes pensaban distinto pero que lo demostraban con lucidas conversaciones en las que se desarrollaban ideas a veces brillantes. Desde el rojo pastel que por lo que se ve me adorna, me despido con la esperanza de llegar a verlo algún día.